El hecho ocurrió en calles de la colonia Renacimiento del municipio de Gracía
Sapito, así es como era conocido en el barrio, desde chico, siempre se le conció jugando con un par de cables. Nunca le hizo daño a nadie; jamas fue grosero, nunca insulto ni se metió en problemas: era solamente un niño más que solo lo que le importaba era jugar pero, las balas le apagaron su energía y hoy sus vecinos y amigos no logran dar crédito a lo ocurrido. En el suelo, se encontraba sin vida Raúl Arriaga Pérez, un niño Down, que se había ganado el cariño de todo su vecindario... él, tenía su domicilio sobre la calle Tierra Nueva, y al momento de ser inspeccionado, los paramédicos se percataron que tenía heridas de proyectil de arma de fuego. Según testigos, delincuentes a bordo de una motocicleta accionaron sus armas hacia el lugar en donde se encontraba Arriaga Pérez, hiriéndolo de forma mortal el brazos y tórax.Tras el crimen, los pistoleros logran darse a la fuga sin que se pudiera precisar su paradero.