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De Héroe a Villano. Se va "el Capo".


Por Victor Badillo

Publicado hace 2 meses

De Héroe a Villano. Se va "el Capo".

Parte 1

Llegó a Escobedo en medio de una crisis de inseguridad que había cobrado para ese año muchas vidas. La corporación, había sido tomada por un cartel de la droga que operaba en varios municipios. Era el año 2009, el 90 ó, 95 % de la corporación trabajaba para ese grupo criminal. Por eso su llegada molestó. Narró él mismo al periodista Juan Alberto Cedillo, que en sus primeros meses patrullando, se percataron que un grupo de sujetos los seguían. Trataron de evadirlos pero los comenzaron a chocar por alcance. Él, contaba que dio la orden para que su unidad blindada regresara a la Secretaría de Seguridad Pública para refugiarse, pero después cambió la versión: dijo que la orden la dio para poner a salvo a la ciudadanía de un posible fuego cruzado. Ya dentro de la corporación fue atacado a tiros. Más de 1mil 500 disparos soportó su camioneta con blindaje nivel 5, De todos los oficiales de policia solo uno que estaba en la jefatura lo ayudó; Solo ese. La camioneta blindada del Secretario comenzó a dar vueltas en “ceros” mientras una lluvia de balas caía sobre la troca. Ese valiente policía, desde el techo del edificio policial comenzó a repeler la agresión. El resto, se ocultó, o simplemente ignoraron el llamado de auxilio. Para ese entonces el General ya sabía en donde estaba parado. Había estudiado la calidad moral de toda la corporación. Sabía que estaba toda infiltrada. Pero no le importó y, al único policía que lo ayudó lo exhibió ante todos sus compañeros y les dijo que solo él lo había ayudado: Horas después, el cartel secuestró a ese policía y su cuerpo apareció años después en las faldas de un cerro en García Nuevo León y la familia de ese policía a la fecha, no ha sido indemnizada. Y así, comenzó una historia de terror hacia muchas familias escobedenses a manos de Hermelindo Lara Cruz. Su atentado, le sirvió para encallarse en una ciudad que le agradeció y reconoció su valentía. Pero ese agradecimiento él lo tomó como una luz verde para delinquir. Para pasarse de la raya; para abusar de su poder y de su autoridad. Hermelindo, fue Secretario con Clara Luz, después, encabezó la Secretaría con Cesar Cavazos, y tras el regreso de Clara Luz a la alcaldía encabezó los dos trienios de la entonces priísta. A la fecha, ha sido señalado por todo tipo de delitos, entre los que destacan homicidios y desapariciones forzadas. En los últimos años, su liderazgo comenzó a decaer al cometer él burdamente actos de barbaries. Ya no tenía decoro, no había respeto, no había honorabilidad. Aquel jefe que prometía sanear a una policía infiltrada era el que descaradamente robaba el producto ilícito a traficantes, incluso, los mismos policías lo reportaban, como aquel día que después de un enfrentamiento entre criminales en la carretera a Monclova con saldo de varios heridos desató una serie de cateos en unas pensiones de tráileres ubicadas en esa zona. Ahí, cuentan los policías, llegó Hermelindo a bordo de un Jetta en color gris, lo escoltaba una camioneta Pick Up doble cabina marca Ford en color blanca, de esa pensión sacaron un trailer con caja blanca y antes de que llegara la Fiscalía u otra autoridad se lo llevaron: esos dos autos lo escoltaron por el Libramiento Noreste con rumbo desconocido sin saber hasta el momento, que contenía esa caja y el porque se lo habían llevado. Dias después fueron atacados los policías de ese municipio a tiros y, las oficinas de Fuerza Verde Seguridad, propiedad de El General fueron rafagueadas. En más de una ocasión se le mencionó en diferentes tipos de crímenes. Una mujer, contó frente a la cámara, que Hermelindo Lara Cruz, había intentado asesinarla; narró, que a su hija, el jefe de la policía se la había llevado según detenida y la entregó a un grupo del crimen organizado. Su hija, no volvió a casa jamás y aunque han pasado años de su “desaparición” sigue vigente el Reporte de Búsqueda. Ningún medio se atrevió a publicar las fechorías de ese secretario de policía pues la mayoría, fueron presionados vía convenios de publicidad para que No se hablara mal de la corporación. El blindaje a sus atrocidades también le ayudó para sentirse más seguro y actuar sin recato ante las situaciones ilegales. Lara Cruz rápido se convirtió en el fiel escudero de Abel Guerra, esposo de la tres veces alcalde de esa municipalidad Clara Luz Flores Carrales.