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FACEBOOK: HERRAMIENTA DE EXTORSION EN TOPO CHICO. Parte 3.


Por Victor Badillo

Publicado hace 2 meses

FACEBOOK: HERRAMIENTA DE EXTORSION EN TOPO CHICO. Parte 3.

UN REPORTE ELABORADO A DETALLE, CON ENTREVISTAS REALES GRABADAS EN AUDIO.

LA COMIDA QUE DA EL GOBIERNO LA VENDE EL CARTEL. El Fomento Laboral Penitenciario A.C. (FOLAPAC) es el encargado de surtir los víveres de la cocina del penal del Topo Chico, Todos esos víveres son arrebatados al gobierno y a la administración de este penal. El cartel aseguraba esos productos y los vendían a los internos cuando en teoría la comida de esta cárcel es gratis. “Toda la materia prima del penal ellos la manejaban a su antojo. De pura comida ellos cuentan hasta 50 mil pesos al día. Nada tienen que surtir pues todo se lo roban al gobierno” “Todos los productos se repartían en las tiendas, esas tiendas las manejaban ellos… ellos revendían la botana… “ Topo Chico, es la única cárcel de Nuevo León en donde las autoridades estatales tienen autorizado el flujo de dinero en efectivo. “Aquí por la aduana puedes pasar hacia el interior del penal hasta 10mil pesos en efectivo, pero, salen cada semana más de 5 millones de pesos de los negocios que hacen con la comida, el teléfono, las rentas de celdas; Las conyugales. Eso sin contar las extorsiones de los “Cabritos” y las llamadas que hacen al exterior. “Cuando se trata de pagar extorsiones nosotros tenemos que depositar en una cuenta bancaria que está a nombre de mujeres de los zetas que se encuentran en libertad” Aseguran los entrevistados... Aunque afirman que muchas veces los familiares pasan el dinero en cantidades pequeñas al penal para ir pagando poco a poco las cifras acordadas para que sus internos vivan en paz.. 127 Celadores cuidan 8mil 606 reos en los tres penales de Nuevo León. La sobrepoblación y el hacinamiento en los penales de Nuevo León ha sido denunciado por un sin número de organizaciones No gubernamentales. La falta de celadores también fue reconocido por el gobierno de Nuevo León recientemente. La Profesora Patricia Liliana Cerda Pérez reveló que dentro de las cárceles de Nuevo León, existen datos alarmantes que vale la pena poner sobre la mesa, a fin de que se desactive una bomba de tiempo que no ha estallado completamente. En su libro Prisión y Familia, la Doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, narra los testimonios de 96 familias de internos que fueron entrevistadas para componer una investigación sobre los problemas que se derivan en las cárceles regiomontanas. Esta investigación arrojó como dato duro, la nula existencia de voz de mando gubernamental en los tres penales de Nuevo León y el contubernio que existe entre autoridades carcelarias y directivos de los tres penales que tienen éste estado. Topo Chico por ejemplo, pudo comprobar que dentro de la prisión que fue construida para alojar a un máximo de 2 mil 500 reos, vivió los últimos años con una población carcelaria aproximada a los 4 mil 600 reclusos. Mismos que son vigilados por una plantilla de 54 celadores. Es decir, cada Celador en Topo Chico esta obligado a cuidar 85 presos. cita en su obra. Lo mismo pasa dentro del Centro de Readaptación Social Apodaca, en donde una comunidad de Mil 800 reos son custodiados por 40 celadores y, cada celador se ve obligado a vigilar un promedio de 45 reos. Cadereyta no es la excepción. Ahí, existe una capacidad de 2MIL 200 reos, se encuentra al límite al igual que los dos penales anteriores y, según las cifras recabadas por la Doctora Patricia Cerda, este reclusorio cuenta con un personal de seguridad muy escaso. 33 vigilantes se hacen cargo de la seguridad. Un promedio de 66 convictos por celador. El conocer la pobre lista de custodios dentro de los penales en Nuevo León y, no hacer nada para resolver ese problema es un grito generalizado de la sociedad civil, líderes de opinión y organismos de Derechos Humanos. El gobierno hasta el momento solo ha informado que no es fácil conseguir quien busque trabajar como celador dentro de los penales de esta localidad pero seguirá intentando incrementar la plantilla. Y mientras eso sucede, utilizará la fuerza policial para tareas carcelarias, algo que pudiera ser contraproducente pues esto provocaría el descuido de algunas zonas de vigilancia urbana.